Al día siguiente decidí ir a por las entradas antes que nadie. Fuí a primera hora de la mañana, no fuera que me quedara sin ninguna entrada, ya que sabiendo quienes eran The Beatles...era de suponer.
Hacía frío.
Me puse el gorrito y los guantes, y salí de casa.
Jannie: ¡Ya volveré, mamá! -grité cerrando la puerta.
Madre: Vale, pero no tardes.
Iba andando por las calles de Brighton. De mi casa al centro de la ciudad había un trayecto un poco largo, pero se hacía ameno si ibas rápido.
Toda la ciudad estaba repleta de carteles anunciando la llegada de los Fab Four. Todas las tiendas comenzaban a sacar el merchandising para vender a sus fanáticos.
Yo sabía que nunca...NUNCA, esa palabra que me parecía tan imposible, iba a poder tener algo de ellos, y se me hacía duro.
Tenía un par de vinilos, y la guitarra. Nada más.
Pasé, casualmente, por delante de la playa, una de las más famosas de toda Inglaterra.
Me quedé mirando el horizonte. El sol estaba saliendo y, de repente, me di cuenta de que estaba viviendo una de las cosas más hermosas que había presenciado nunca.
Enfrente mía, ví a una niña. Tendría más o menos mi edad, creo. Tenía el pelo castaño, unos ojos preciosos y..parecía un poco triste.
Me acerqué, y me quedé sorprendida al ver que llevaba un vinilo de The Beatles en las manos.
J: Hola, soy Jannie -le dije.
Chica: Hola...-me dijo muy secamente.
J: Veo que te gustan The Beatles...¿vas a ir al concierto? -pregunté mientras me encendía un cigarro.
Se hizo un gran silencio.
Chica: Yo.. yo me llamo Lucy. -tartamudeó
J: ¡Lucy! Es un nombre muy bonito. Yo soy Jannie, y también me gustan los Fab Four.
L: Y a mí, pero... -murmuró con timidez
J: Pero...¿y? -contesté bruscamente.
Entonces se levantó. Miró hacia el mar y se giró hacia mí.
L: Tengo la entrada para ir al concierto pero mis padres me prohiben ir, lo siento. -dijo entre lágrimas
J: ¿Eso es lo que te preocupa? ... ¡Lucy, tu te vienes conmigo al concierto! -grité.
L: No.. no creo que me quiten esa prohibición. Gr..gracias Jannie, pero es imposible para mí. -dijo.
J: Bah, tú te lo pierdes... -dije mientras apagaba el cigarro.
Me levanté y me fuí a seguir el camino que aún me quedaban.
Cuando no había hecho ni medio recorrido, oí una voz.
L: Esperame, almenos. -gritó Lucy.
Me giré, y era ella, Lucy.
J: Llegas tarde, espabila. -respondí quedándome quieta para esperarla.
Lucy me acompañó a comprar las entradas. Por el camino me contó como se siente, como desea ir a ese concierto.
Yo le propuse algo, era bastante difícil, pues se trataba de ella, no de mí. Era bastante rebelde, y no me importaba mucho lo que otros me dijeran.
Así que le hice un plan; tendría que fugarse de su casa para ir a ver a The Beatles.
Llegué a la taquilla.
J: Una entrada para el concierto de The Beatles, por favor. -exclamé.
Srta: Son 25.43 £, por favor. -dijo la señora que estaba vendiendo las entradas.
J: Muy bien, aqui tiene.. Hasta luego!
Pagué la entrada y...ya era mía. La sentí, sí. Un rápido escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
Estaba viviendo ese momento.. ese mísero papel significaba tanto para mi..
Quedé con Lucy al día siguiente para que viniera a mi casa. Así charlaríamos, escucharíamos música y.. procederíamos a planear la escapada para ver a los genialosos y elegantes Beatles.
16 de noviembre de 2012
11 de noviembre de 2012
Cap. 01
Volví a casa. Era ya muy tarde y estaba segura de que iba a haber bronca en cuanto llegara.
Mi madre, era la típica que estaba todo el día pendiente de lo que hacía su hija, una buena guardaespaldas y protectora.
Empezó a llover, muy típico de Brighton.
Eché a correr, aún quedaban como unos 5 o 6 minutos para llegar a casa, y llegué.
Mi madre, como siempre, estaba esperando junto a la puerta mi llegada. Abrí la puerta, y la ví allí, de pié...esperando a que dijera algo. Y entonces dijo:
Madre: Srta. Jannie Lane, que sea la última vez que vuelve usted tan tarde de la universidad a casa. - refunfuñó.
J: Sí, mamá. - dije asintiendo con la cabeza
Subí a mi cuarto rápidamente y dí un gran portazo. Fuera seguía lloviendo.
Cogí mi guitarra, me senté junto a la ventana y empezé a rasgar las cuerdas con mi púa favorita, la que Lilly, una de mis mejores amigas desde la infancia, me había regalado en mi decimoctavo cumpleaños.
Pasó como media hora, y yo seguía allí, junto a la ventana. Observaba la lluvia, y como es normal, una siempre se pone melancólica cuando ve llover.
Sonó el teléfono. Era Lilly.
Todas las tardes solíamos quedar, pero estaba lloviendo.
J: Diga?. - contesté.
L: ¡Hola Jannie, soy Lilly!. - contestó ilusamente.
Parecía que tuviera que decirme algo importante. Su respiración era bastante tensa.
J: ¿Qué pasa? ¿Ha ocurrido algo? -pregunté.
L: Jannie, no te lo vas a creer pero...¡The Beatles van a dar un concierto en la ciudad!
Entré en estado de shock. The Beatles eran la definición de música para mí. Mi grupo favorito. Los que más apreciaba y sentía.
J: Pe..p..pero qué dices? - murmuré quedándome sin tono de habla.
L: ¡Como oyes, así que ya puedes ir ahorrando dinero para comprar la entrada!
El padre de Lilly era ingeniero técnico. Supongo que se enteraría por su parte. Su padre, el señor Steve, era un gran admirador de la música. Pero, al contrario que yo, era más admirador de los Rolling Stones, recuerdo que cuando iba a casa de Lilly, siempre terminábamos en una divertida discusión sobre las dos bandas.
Así que, destapé mi viejo tocadiscos. Intacto, perfecto...y de color verde pistacho como el primer día que lo compré. Fuí a mi estantería, donde un montón de libros viejos, recuerdos, souvenirs y viejos vinilos que estaban empolvados del tiempo.
J: Volvemos a vernos, viejo amigo... - me dije a mí misma.
Destapé uno de mis preciados tesoros, el vinilo de With The Beatles. Lo saqué de su funda y lo coloqué en el tocadiscos.
Empezó a sonar la primera canción.
Me encendí un pitillo mientras lo escuchaba. Mientras tanto, allá fuera seguía lloviendo, y yo...pensando en lo maravilloso que puede ser el mundo.
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