3 de enero de 2015

Capítulo 6. ¡Qué noche la de aquel día!

Ahí los tenía, otra vez. Enfrente mía.

Sin dejar de tocar, con todos los gritos alrededor. Era todo un sueño. Un sueño hecho realidad.
No podía dejar de mirarle. Era él. George Harrison. El hombre a quien más admiraba en todo el planeta. Lo amaba como no amaba a nadie, pero bien sabía que era un amor imposible y platónico, ya que nunca podría estar ni un minuto con él.

Los minutos pasaban, y estaba llegando, desgraciadamente, el final del concierto.

De repente, los gritos iban cesando, la música iba desvaneciendo...anunciando el final.
Y, simplemente, pasó. Todo acabó.

La gente salía rápidamente del recinto,

Lu: ¡HA SIDO INCREÍBLE! -gritó.
Li: Creo que nunca he estado tan feliz como ahora mismo. -dijo soñadora. ¿Y tú, Jannie? Estás...estás como...ausente ¿qué pasa?.
J: Nada chicas, sólo que estoy...-no digas nada, estúpida.-dije para mi misma.- Sólo que estoy, en shock.

Mientras Lilly y Lucy salían de allí y hablaban sobre cómo había transcurrido el concierto, me quedé quieta en aquel lugar. Recordando todo lo transcurrido hace apenas unos minutos. El concierto, los gritos, mi guitarrista favorito y...bueno, aquel inesperado beso. ¡Y qué beso!
Suspiré, aquel día había sido más que fascinante. Y me dispuse a salir de allí.

Íbamos las tres, cantando por las calles de vuelta a casa. Todo era felicidad para Lilly y Lucy. Iban absortas en sus pensamientos. Decidí dejarles un poco de 'intimidad'. Me encendí un cigarro mientras llegábamos a casa de Lucy.

Pero...a la vuelta de la esquina, se divisaban unas sombras. Y entre una de ellas, una muy pero que muy conocida para Jannie.

Era él. Otra vez él. No, no podía ser. Quería olvidarse de él, de lo que pasó en el concierto, de lo que pasaba cuando estaba cerca de él...no, se negaba.

Li: Mira Jannie, es Dylan.-dijo con tono chulesco.
J: ¿Y? Ni que fuera nada del otro mundo.-me hice la ignorante.
Lu: ¿Ese es el chico del que todas hablan en la universidad? Vaya, pues no está nada mal.
J: ¡PARAD!-grité.

No. No quería verle. No quería oir hablar de él.

Pero tenía que correr ese riesgo. Puesto que iban a la misma universidad, y sus respectivas clases estaban muy cercanas.

Pasaron por delante de él. Pero no estaba solo. Charlaba con unos amigos en un coche totalmente nuevo.

Sólo se oían risas.

Pasé por delante de él. Y sin quererlo, él se giró para verme. Le di una calada al cigarro. Y entonces lo vi. Vi su mirada de deseo. Vi su sonrisa.

Le sonreí. Y seguí andando con las chicas.

Li: Emmm, Jannie...creo que vamos a tener problemas. -dijo con un tono preocupante
J: ¿Qué pasa, Lilly?.-le pregunté sin hacer mucho caso

Vi como Lucy se había quedado callada de repente y con los ojos muy abiertos. En la puerta de su casa estaba su padre. Con cara de pocos amigos, mirando fijamente a su hija, Lucy.

Debía ayudarla.

Lu: ¿Qué voy a hacer Jannie? ¡La he liado! No voy a salir de casa en lo que me queda de vida.-dijo sollozando.
J: Tranquila Lucy, lo vamos a explicar todo. Y yo estaré contigo en esto.

Lucy entró llorando en su casa. Su madre y ella se fundieron en un gran abrazo. Estaban muy preocupados por ella, ya que habían entrado en su habitación y no estaba.

J: ¿Puedo pasar? Necesito aclararlo todo con usted.

Entré en su casa. Fuimos todos al salón y nos sentamos en los sillones.

Padre: ¿Me puede explicar alguien que es todo esto?.-dijo enfadado.

Hubo un silencio.

J: Por favor, no sea malo con Lucy. Ella no tiene culpa de nada, todo ha sido por mí.
P: Exijo saber qué es lo que ha pasado. Lucy...-la miró duramente.

Ella se echó a llorar. No podía más.

J: Verá, hemos...hemos ido a...un concierto de The Beatles.
P: ¿¡DE THE BEATLES!? Lucy, te prohibí que escucharas esa música. 
Lu: Pe..pero papá...
P: No hay nada más que hablar. Sube a tu cuarto, enseguida.

Ella subió, llorando. Era muy duro que su propio padre le prohibiera escuchar a esos cuatro chicos.

Su madre quiso calmar la situación.

Madre: Edward, cálmate por favor.

E: ¿Cómo ha sido?

J: Yo lo ideé todo. Le ayudé a escapar. Venga vamos, era su sueño. No puede prohibirle eso a su hija.
E: Es mi hija y tengo todo el derecho a obligarle y a prohibirle lo que quiera.
J: Está bien. Pero recuerde una cosa. Su hija crecerá, se irá de casa, será libre....se arrepentirá y ya será demasiado tarde para recuperarla. 

A todo esto, Lilly y yo salimos de allí.

Li: ¿Qué vamos a hacer, Jannie? ¡No podemos dejar a Lucy así!
J: No lo sé, Lilly. Pero una cosa tenemos que hacer.
Li: Pero ¿el qué?
J: Sacar a Lucy de allí.

Y a partir de ahí, cada una caminando hacia sus casas, decidieron que desde ese mismo momento, sus vidas iban a cambiar.

2 comentarios:

  1. Hola!!! Me ha gustado mucho este capitulo, qué padre malo...Y también me dio intriga por las ultimas frases,a saber qué harán. Te mando un saludo y espero que subas prontito.
    Feliz 2015.

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    1. ¡Hola María!
      Gracias por leer el capítulo y me alegro mucho de que te haya gustado.
      Esas últimas frases, tenlas en cuenta, son la base de la historia.
      Un beso.

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